A ver. No es un invento nuevo. Tenemos constancia de que es conocido desde que existe la escritura -como poco-: han de tenerse en cuenta cuerpo, mente y espíritu para alcanzar el equilibrio personal. No tengo tiempo -tengo otras cosas mejores que hacer- así que lo diré claro: no, no podrás ser una persona equilibrada si no cuidas los tres aspectos ¿No haces ejercicio, etc.? no puedes perseguir estar equilibrado. Tener pensamientos insanos lo impedirá también. Y vivir volcado en lo material obviando lo espiritual, lo mismo. Tres cosas: no dos ni una. Así de simple y así de rígido. Te pongas como te pongas. Si no estás de acuerdo vete a decírselo a algún antepasado tuyo de la época de cristo. Que la idea no es mía.
«La Vuelta a la Tortilla»
Hoy es viernes y no contaba publicar nada. Tampoco soy muy dado a cosas ñoñas, pero he visto este corto de Paco León y como me cae muy bien, quería dejarlo aquí por si alguno aun no lo habéis visto. Disfrutad el fin de semana.
He tenido un lío en Java!!!
Es un chiste. Malo. Pero si hay algún programador en la sala, le puede hacer gracia. Casi impide que llegue a cumplir los años a quince días de la fecha. Pero gracias a dios -es un decir- ya está resuelto. Ay, quién me mandará. En fin. No sé si ya conocéis la razón por la que programo -aquí un buen programador diría «… juas, juas, juas»- pero como todo, es de lo más tonta. Cuando tenía sobre ¿diez? ¿once? años -creo que iba a sexto de EGB- me regalaron un ordenador y quise saber como hacía esas cosas que hacía. Y como no, lo hice a mi modo: debí sentarme delante de él un sábado de octubre de 1984 y no me he levantado desde entonces. De hecho, tengo la sensación de que pueden habérseme dormido las piernas. Y el caso es que a pesar de lo que piensa la mayoría de gente que me conoce… no me gustan. Que oye, yo lo entiendo. Es esa necesidad de etiquetar que tenemos para facilitarnos la vida la que os lleva a ello. Pero de verdad: no-me-gus-tan. Simplemente me son útiles para dar solución a problemas de negocio. Pero básicamente eso es todo. Por cierto, no me entendáis mal, pero la programación debería ser una asignatura obligatoria desde primaria. Si necesitáis una razón, pues mira, porque entre otras cosas usa intensivamente las matemáticas, etc. etc. Aunque en definitiva, porque creo que resulta ridículo que teniendo aparatos en casa capaces de volar una nave espacial a Marte no sepáis más que utilizar una hoja de cálculo -cuando oigo a alguien referirse a una Base de Datos y veo que es un p*t* excel me pongo malo-. Como a los de más de diez los doy por perdidos, aprovecho ya que he llegado aquí para deciros que hay un montón de juegos para niños si tenis tablets que podéis descargarles para que empiecen y se diviertan con ello.
De todas maneras, aun no siendo programador, consigo identificarme con cosas como estas…
Cuando hago una puesta en producción
Cuando encuentro una solución sin buscar en google
Cuando se desconecta mi ordenador antes de haber salvado todo
Cuando intento corregir un bug a las 3 de la mañana
Cuando mi regexp devuelve exactamente eso que esperaba
Cuando mis colegas me proponen una pausa para el café en pleno desarrollo
Cuando el becario me propone realizar la web con Joomla!
Cuando me comunican que el módulo sobre el que he trabajado toda la semana nunca será utilizado
Cuando le enseño al jefe que por fin he solucionado ese bug
Cuando ese código que no he testeado en desarrollo funciona perfecto en producción
Cuando los comerciales anuncian a los desarrolladores lo que han vendido al cliente
Cuando aplico un nuevo CSS por primera vez
Cuando el sysadmin nos da por fin el acceso a root
Cuando lanzo mi script por primera vez tras varias horas de desarrollo
Cuando me voy de fin de semana mientras que todo el mundo intenta todavía corregir bugs
Cuando la aplicación pasa en beta y las primeras respuestas con bugs llegan
Cuando el jefe busca a alguien para corregir un bug difícil y urgente
Cuando el becario propone añadir una novedad al proyecto
Cuando el jefe anuncia un plus si el proyecto se finaliza antes del deadline
Cuando me doy cuenta que he estado 2 horas bloqueado por haber olvidado un punto y coma
Cuando me piden que eche una mano un viernes por la tarde
Cuando el jefe de proyecto salta sobre mi pantalla por sorpresa
Cuando eso que funcionaba el viernes ya no funciona el lunes
Cuando el cliente intenta clicar sobre las maquetas
Cuando un bug pasa desapercibido durante una presentación
Cuando el cliente quiere cambiar las especificaciones 2 días antes de la subida a producción
Cuando tengo que hacer un desarrollo sin especificaciones
Cuando mi script por fin ha funcionado
Cuando retomo un desarrollo de un código que no había comentado
Cuando escucho al comercial vender el proyecto al cliente
Cuando me piden de retomar el desarrollo de un becario
Cuando el jefe de proyecto entra en la sala de trabajo
Cuando me dicen que mi programa ha cascado en producción
Cuando el becario me dice que los test "son para esos que no saben programar"
Cuando consigo reemplazar las 200 líneas del algoritmo por sólo 10 líneas
¿Has llegado a probar que tan sencillo te resultaba el reto?
Lo digo por la última entrada de la semana pasada. Si lo has hecho y no te ha costado nada, enhorabuena. No digo que sea una prueba definitiva respecto a tu estado de serenidad pero, al menos, no indica nada malo respecto a él. Si por el contrario has probado y no has conseguido completar los quince minutos o has experimentado algún tipo de sensación desagradable durante ellos, no te diría que te preocupases demasiado, porque es relativamente habitual, pero te aconsejaría que lo tomases en cuenta para ir pensando en que puede ocurrirte que ocasione ese sensación de malestar ante algo tan sencillo. De la misma manera que te realizan una prueba médica para establecer cual es tu estad de salud, hay algunas otras que son sencillas y que también pueden darte alguna medida de tu otra salud: la mental. No son habituales en reconocimientos médicos y sin embargo por lo visto deberían empezar a serlo. Si te preguntan por tus hábitos nutricionales ¿porqué no lo hacen también sobre los mentales? Todo esto viene a cuento porque me sorprendo ante la creciente popularidad de los contenidos sobre autoayuda, etc. que aparecen por doquier: dominicales, televisión… y que me parece que obvian algo que resulta fundamental: se debe tomar conciencia acerca de uno mismo y sus emociones para conocerse. Y entender que son algo a lo que se debe prestar atención, que debemos escuchar. ¿Por donde empezar? Pues puedes prestar atención a cosas sencillas. Por ejemplo: no dormir o hacerlo inquietamente no es normal por mucho que puedas haberte acostumbrado a ello. No sentirse sereno cuando tienes que adoptar una actitud contemplativa frente algo, tampoco. Si ocurre algo en ese sentido probablemente es porque en vuestra cabeza pensáis en algo que da lugar a la situación. Pues ya tenéis un dato más. Seguid tirando del hilo y la solución no andará muy lejos. De verdad, no puede salir nada bueno de alguien que no se siente relajado y tranquilo. Pero oye, tu veras.
Un reto
Es sencillo. Te reto a que compruebes si puedes dedicar tu atención durante quince minutos a una misma cosa sin hacer nada más. Y sin sentirte intranquilo. Te pongo un vídeo que puedes ver durante ese tiempo. Pero puedes escoger otra cosa que prefieras. Pero recuerda, tiene que ser algo que requiera que les prestes atención. No lo contrario.
Ya hablaremos sobre el resultado.