A ver: escribir es algo que siempre he tenido pendiente. Pero no lo necesitaba. Y me da que tiene que ver con algo bastante simple: nunca he tenido nada que contar. Y eso que el dominio debe tener la friolera de diez añitos o más, que tampoco me apetece comprobarlo. Viene de un tiempo en que estaba estudiando y nadie tenía página Web. Escribí dos o tres artículos, incluí una página con el curriculum, un apartado de enlaces -para rellenar- y un formulario de contacto. Fue todo lo que hubo durante años. Hará ¿cinco? eliminé todo el contenido para instalar WordPress. Ha dormido el sueño de los justos hasta hoy. Al lío: me llamo Eduardo y tengo treinta nueve años. A partir de hoy, en este blog hablaré sobre las cosas que comprendí antes de llegar a cumplir los cuarenta.