¿A alguno le ha ido bien cuando ha confiado ese tipo de asuntos a otra persona? A mi, si ¿ein? No, no me equivocado ni en el título de la entrada ni en la respuesta a la pregunta anterior. Siempre, y digo siempre, que he confiado algo que era importante para mi a un tercero, he tenido el resultado que cabía esperar. En todos los casos. Me explicaré: me ha ido bien con las personas con las que era previsible que así fuese y mal con las restantes. Y visto con perspectiva, como esa segunda posibilidad estaba más que cantada, el resultado es igual de correcto desde el punto de vista matemático. Por mucho que yo me haya empeñado en engañarme esperando lo contrario. Y mira que en esos segundos casos le he puesto ilusión al autoengaño, eh. Vamos, como que he experimentado a tope todo lo ha venido después… cuando la pérfida y fria calculadora mostraba un cuatro después de sumar dos y dos en vez del cinco que quería: me he cabreado, me he sentido decepcionado, he llorado… Y yo solito, sin ayuda, como un campeón, que pa eso era muy apañao pa lo que me daba la gana.
Nos empeñamos una y otra vez en ver las cosas no como son, sino como nos gustaría que fuesen. Nos inventamos una realidad, distorsionamos los hechos, lo que haga falta para evitar tener que responsabilizarnos de nuestra vida y pasar a tomar decisiones. Y vale, te libras inicialmente de esa responsabilidad, pero ¿y de los resultados posteriores? Pelín miope ¿no? Si es que además hay casos que son como de libro!!! Ese, en el que fulanito que nunca se ofrece a nada, va de repente y dice que se encarga de lo tuyo. Pero hombre por dios!!! ¿es que no lo ves? Ocúpate tu mismo!!! Da igual lo que sea!!! Como si es de vaciar una fosa séptica. Con una cucharilla de postre. Sin guantes. En pelota picá cogido por los pies por el mismo que se ofrece. Da igual. Te irá mejor, te lo aseguro.
En fin, algo que he comprendido cumplidos los treinta -vale, por los pelos, ¿y qué?, te he ganado ¿o no?-.